Semblanza
Fernando Picó: El historiador, investigador y educador
Dr. César Cordero Montalvo
Decano de Asuntos Académicos
La paz, concebida por mucho tiempo bajo el marco limitado de la ausencia de guerra, se identifica hoy día con creciente frecuencia como una gestión prospectiva, promovedora del entendimiento entre los seres humanos. La Universidad de Puerto Rico y la UNESCO, Organización para las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, son instituciones que tienen ambas una misión propia en el campo educativo, investigativo y cultural. Ambas consideran fundamental el fortalecer los valores que cimenten la paz, plasmando dichos valores en proyectos educativos.
Hemos suscrito, por consiguiente, un convenio de cooperación en ámbitos de competencia común, particularmente en materias relativas a la educación para la paz, a través de la creación de una cátedra en el Recinto de Río Piedras, como espacio académico con ese propósito. La cooperación institucional acordada tendrá lugar mediante actividades interdisciplinarias, discusiones regionales y capacitación de personal, en el contexto de un programa de formación e investigación.
Como parte del programa de formación e investigación se destaca como actividad pública central, por acuerdo del Senado Académico mediante la Certificación número 45 del año 1996-97, la celebración de una lección magistral anual sobre un tema relacionado con la educación para la paz. Ha sido distinguido para ofrecer la primera lección de la Cátedra UNESCO, por recomendación del Comité de Distinciones Académicas del Senado Académico y aprobación por este cuerpo, el catedrático del Departamento de Historia de la Facultad de Humanidades, doctor Fernando Picó, quien dirige el proyecto Confinados Universitarios. La lección del doctor Picó tendrá como título: "A la Universidad desde la cárcel: Historia de un atrevimiento".
En el profesor Fernando Picó nos encontramos ante uno de los historiadores puertorriqueños que mayor amplitud de temas ha abordado en esta generación. Con particular interés en los procesos que enlazan la dominación estatal con la vida cotidiana de la ruralía puertorriqueña de los siglos 19 y 20, ha realizado trabajos de síntesis y divulgación extensamente leídos. Ha integrado ejemplarmente las tareas del investigador, del teórico y del educador.
El doctor Fernando Picó nació en Santurce, Puerto Rico, en 1941. En 1959 ingresó en el seminario jesuita de Saint Andrew on Hudson en Nueva York. En el seminario realizó sus estudios de filosofía y teología que condujeron a su ordenación como sacerdote católico. Posteriormente obtuvo una maestría en historia en la Universidad de Fordham. Luego realizó su doctorado en la Universidad de John Hopkins, obtenido en 1970. Desde 1972 dicta cátedra en el Departamento de Historia de la Facultad de Humanidades del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.
Una docena de libros y más de dos docenas de artículos publicados sobre sus investigaciones constituyen su aportación al acervo de conocimientos sobre la historia. Entre sus publicaciones sobresalientes mencionamos Registro General de Jornaleros de Utuado (1977), Amargo café (1981), Los gallos peleados (1983) y 1898: La Guerra después de la Guerra (1987). Todas estas obras están basadas en la investigación y teorización a partir de fuentes primarias. Además, publicó Historia general de Puerto Rico (1986), libro que recoge los aportes fundamentales de la nueva historiografía puertorriqueña y Puerto Rico, tierra adentro y mar afuera (1991), junto a Carmen Rivera Izcoa, libros que ponen la historia de Puerto Rico al alcance de los adolescentes de escuela intermedia.
Desde octubre de 1988, participa en una nueva vertiente de actividades sobre las cuales le escucharemos en el día de hoy. Desde entonces es Capellán en el Anexo 282 de la Cárcel Regional de Bayamón. Allí dirige el Programa de Confinados Universitarios. Este programa fue premiado recientemente en la Conferencia Conmemorativa Angel G. Quintero Alfaro. De profunda vocación de educador, la cual conjuga ejemplarmente con su también profunda vocación religiosa, con este proyecto el doctor Picó ha emprendido una labor que traza una ruta irreversible en la educación superior puertorriqueña. Fernando Guzmán Santiago, universitario confinado, ha vivido ese atrevimiento y puede completar la presentación de esta semblanza de Fernando Picó con toda la autenticidad de su propia vivencia. Tiene la palabra.